Cuando hay muchas cosas

Y se está al borde del colapso... En ocasiones, muchos son los factores que pueden ejercer cierta presión, y cuando eso ocurre, en determinados momentos concretos de la existencia puede significar que se pierda la calma…

Es momento de dejar todo

Pensaba en eso mientras tomé la determinación e invité a una amiga a pasear por la v región, con la finalidad de que un cambio de aire y de paisaje le sirviera un poco de distracción y de paso, se relajara y dejara atrás sus preocupaciones…

Despejando todo

¿Cuántas veces habré pasado por situaciones similares?

No dejo de pensar en algunas circunstancias… Este fin de semana igual tuvo sus sorpresas para un servidor… Afortunadamente, las cosas salieron bien y no hubo mayores problemas… Mi amiga pudo conocer a mi madre, y mi madre ya estaba mejor… ¿Qué más se podía pedir?... Ah sí, sacarse la lotería… Pero vamos, algo mas tangible…

Vamos por fotografías y caminar… Y así fue como caminamos por Viña del Mar, recorriendo aquellos lugares que de muy joven también había caminado, rememorando ciertas historias que quizás alguna vez plasme en este sitio… Pero que, por el momento, estarán en mi memoria…

Así que, a caminar y mientras miraba las calles, la gente, charlaba, iba pensando… A medida que caminaba, relataba alguna que otra anécdota a mi acompañante para que fuera interiorizándose un poco del lugar, que complementara lo que iba viendo, sintiendo, viviendo…

Me tocó contarle un poco sobre un viaje sin experiencia, tema que comenté en mi sitio tiempo atrás, con algún que otro detalle anecdótico…

Atardecer. Av. Perú

Luego de contemplar un poco lo que quedaba de la puesta de sol, continuamos la caminata hasta llegar al merecido café del sábado…

Entre charlar, y disfrutar del café, transcurrió el tiempo y anocheció… Tuve que dejar para el día siguiente las otras cosas que tenía en mente… Habíamos caminado bastante ya, por ese día…

El café del Sábado

Entonces, es hora de regresar y continuar el paseo mañana...

Pero eso será en otra ocasión...